Me encanta el tema. Esta mañana he enseñado el tema de Don Quijote de la Mancha, de don Miguel de Cervantes. Siempre disfruto hablando de don Alonso Quijano y su péerdida del tiempo y el espacio. Cómo me dolía la mandíbula riendo cuando leía este tesoro clásico de la Literatura universal. Aunque confieso que un poco presionado por lo que le oí decir a mi maestro Alfredo Betancourt, aquello de "Quien no leyó Don Quijote a los 17, ya no lo leyó nunca". Cabalitos 17 tenía yo cuando me devoré la historia del ingenioso caballero de La Mancha.
Bueno, esta mañana lo he compartido con mis estudiantes del primer periodo. Aunque cuesta motivar a los chicos hispanos con nuestras letras cuando tienen un bombardeo sobre las letras inglesas en el resto de sus clases regulares aquí en los Estados Unidos. Creo que he logrado el objetivo de despertar interés en los chicos para que admiren y respeten al célebre "Manco de Lepanto".
La próxima semana terminaré el tema. Ojalá que triunfe.
Ese no deja de ser un pensamiento quijotesco...
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